25.000 metros cuadrados con áreas recreativas y de servicios forman parte de un ambicioso proyecto de regeneración, resaltando la importancia del entorno histórico y la conexión con la naturaleza.
La Playa de Almadraba, un rincón costero que ha sido testigo de innumerables amaneceres y atardeceres, está al borde de una transformación que promete cambiar el paisaje y la vida de sus vecinos. Este cambio viene lleno de posibilidades y esperanzas entre los residentes de la zona.
Para muchos, la playa no es solo un lugar de ocio; es un espacio de conexión comunitaria, la renovación traerá consigo mejoras en infraestructura y servicios, potencialmente atrayendo turismo y dinamizando el área que ya era utilizada por miles de alicantinos y visitantes como una zona de recreo que mezclaba la playa y la arboleda y terrazas conservadas del antiguo Camping Bahía. Los alicantinos y visitantes se encontrarán con otra novedad en la zona, el yacimiento de «La Almadraba-Camping Bahía», vestigios de una villa romana que pasará a engrosar como un hito más la lista de puntos de interés arqueológico en el área: Tossal de Manises, Tossal de les Bases, Villa y viveros romanos en la Playa de La Albufereta, villa romana de Casa Ferrer, Yacimiento del Parque de las Naciones, etc.
Esperamos que la esencia de esta querida playa no se pierda en el proceso. Preocupaciones sobre la preservación del entorno natural, el acceso público y la posible gentrificación son temas recurrentes en las conversaciones de los vecinos.
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