Los administradores de fincas somos profesionales dedicados a la gestión de fincas rústicas o urbanas, y especialmente de las comunidades de propietarios. Elegir un buen administrador puede aportar varias ventajas a la comunidad:
- Agilizar los trámites administrativos, legales y técnicos relacionados con la propiedad horizontal, gestionando empleados, relaciones con empresas, ayuntamientos e instituciones.
- Controlar la morosidad y el cobro de las cuotas comunitarias para garantizar el correcto funcionamiento de la comunidad, Llevando asimismo la contabilidad y el presupuesto de la comunidad, así como presentar las cuentas anuales, aportando con transparencia todos los datos de gestión que los propietarios requieran.
- Gestionar el mantenimiento y la conservación de las instalaciones y servicios comunes, así como las reparaciones urgentes, comparando y contratando los servicios más ventajosos para los propietarios también en suministros y servicios anuales como la electricidad, agua corriente, mantenimiento y limpieza, seguros, desratización y desinsectación, etc.
- Asesorar y mediar en los conflictos que puedan surgir entre los vecinos o con terceros, evitando problemas a toda la comunidad, con un criterio objetivo e independiente.
- Velar por el cumplimiento de la ley de propiedad horizontal, la ley de arrendamientos urbanos y rústicos, la ley de protección de datos y otras normativas aplicables.
Facilitar la convivencia y el bienestar de los propietarios, así como la gestión económica del presupuesto de gastos e ingresos de la comunidad son los principales productos de todas estas ventajas.