El invierno es el momento en el que debemos asegurar el buen mantenimiento de la piscina, aunque apenas o ni si quiera se use. Aunque su mantenimiento es menor y lleva otro ritmo, cuidar y asegurar su perfecto estado durante la época invernal nos asegurará su disfrute durante el resto del año, más si cabe en una región como la nuestra, donde la piscina amplia su uso casi desde las vacaciones de semana santa hasta bien entrado el otoño.
Comenzar con el proceso de hibernación de la piscina es el método más efectivo para conseguir el objetivo marcado. No es necesario vaciar el agua de la piscina, siendo un método más sostenible y acorde con las necesidades de agua de nuestra región.
- El control del Ph del agua, que tiene que estar siempre con valores mantenidos entre el 7.2 y el 7.6, de ese modo por un lado evitaremos las algas y por otro nos aseguraremos de que nuestra piel no sufra irritaciones.
- Hay que realizar un buen mantenimiento de los sistemas de filtrado, deberán estar en perfecto estado para su uso.
- Hay que hacer un tratamiento con cloro con una cantidad inferior a la que se usa en verano y se hará durante una media de 8 horas a la semana.
- También es conveniente aplicar un tratamiento desinfectante de cloro y alguicidas, para evitar la descomposición. Este tratamiento se hace dos veces a lo largo del invierno.
