Enfrentarnos a daños en la vivienda, humedades, daños estructurales, grietas etc… a veces nos puede suponer un auténtico problema. Si podemos primero deberíamos solucionar los desperfectos, después determinar la responsabilidad o de quién es la culpa y siempre llegar a un buen entendimiento.
Es fundamental identificar al responsable y determinar el origen del problema o avería. Si se tiene seguro del hogar, lo normal es contactar con el seguro, y la compañía nos enviará a un perito para que evalúe la situación. El determinará el origen del daño, que puede ser en nuestra propia vivienda o de la de un vecino. Si el origen del daño está en una zona común la responsabilidad es de la comunidad.
Con una vivienda en alquiler es un poco más complicado, ya que habría que determinar si el culpable es el propietario de la vivienda, por no haberla mantenido bien, o es del inquilino quien tendría que demostrar que no ha actuado con negligencia.
Desde la administración, os aconsejamos que con un buen seguro es mejor solucionar todos estos problemas. Hay que insistir para que la compañía arregle la avería cuanto antes y después que sean ellos quienes reclamen al propietario o responsable.
Además de arreglar los daños, nuestro seguro debería ayudarnos a emprender cualquier acción legal para reclamar. Os recomendamos que reviséis todas las cláusulas de vuestro seguro, para evitar desagradables sorpresas.
Y por último, recordar que los daños que sean causados por fenómenos naturales extraordinarios se cubre a través del Consorcio de Compensación de Seguros, para aquellos que estén asegurados.
